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  • ARQ 621 Proponemos el t rmino Capitalismo Gore para hacer

    2018-10-25

    Proponemos el término Capitalismo Gore, para hacer referencia a la reinterpretación dada a la economía hegemónica y global en los espacios (geográficamente) fronterizos. En nuestro caso pondremos como ejemplo, ARQ 621 de dicho fenómeno, a la ciudad de Tijuana, frontera ubicada entre México y los Estados Unidos, conocida como la última esquina de Latinoamérica. Tomamos el término Gore de un género cinematográfico que hace referencia a la violencia extrema y tajante. Entonces, con Capitalismo Gore nos referimos al derramamiento de sangre explícito e injustificado (como precio a pagar por el Tercer Mundo que se aferra a seguir las lógicas del capitalismo, cada vez más exigentes), al altísimo porcentaje de vísceras y desmembramientos, frecuentemente mezclados con el crimen organizado, el género y los usos predatorios de los cuerpos, todo esto por medio de la violencia más explícita como herramienta denecroempoderamiento. Por ello, al hablar de Capitalismo Gore nos referimos a una transvalorización de valores y de prácticas que se llevan a cabo (de forma más visible) en los territorios fronterizos, donde es pertinente hacerse la pregunta sobre: “¿Qué formas convergentes de estrategia están desarrollando los subalternos —marginalizados— [...] bajo las fuerzas transnacionalizadoras del ARQ 621 Mundo?” (Sandoval 2014: 81) Desafortunadamente, muchas de las estrategias para hacer frente al Primer Mundo o acercase a él, son formas ultraviolentas para hacerse de capital; prácticas que aquí denominamos Gore. Una forma de explicitar a lo que este término se refiere sería la siguiente: mientras que Marx habla, en el libro 1 de El Capital, sobre la riqueza y dice: “[l]a riqueza, en las sociedades donde domina el modo de producción capitalista, se presenta como una inmensa acumulación de mercancías”(Marx 1984: 43), en el Capitalismo Gore se subvierte este proceso y la destrucción del cuerpo se convierte en sí mismo en el producto, en la mercancía, y la acumulación ahora es sólo posible a través de contabilizar el número de muertos, ya que la muerte se ha convertido en el negocio más rentable. No buscamos la pureza, la corrección o incorrección en la aplicación de las lógicas del Capitalismo y sus derivas. No buscamos aquí juicios de valor, sino evidenciar la falta de poder explicativo que existe dentro del discurso del neoliberalismo para dichos fenómenos. Los conceptos contemporáneos sobre el tema resultan insuficientes para teorizar prácticas Gore, que se dan ya en todos los confines del planeta, mostrando que dicha teorización es necesaria en un mundo donde parece no haber espacios fuera del alcance del capitalismo. El hecho de obviar estas prácticas no las elimina, sino que las invisibiliza, o bien las teoriza desde términos más cercanos a disruptive selection la doble moral que a la conceptualización; términos como mercado negro o prácticas económicas propias del Tercer Mundo, por considerárselas ilegales. Nos interesa proponer un discurso con poder explicativo que nos ayude a traducir la realidad producida por el capitalismo Gore, basada en la violencia, el (narco) tráfico y el necropoder. Mostrando algunas de las distopías de la globalización y su imposición. La crudeza en el ejercicio de la violencia obedece a una lógica y unas derivas concebidas desde estructuras o procesos planeados en el núcleo mismo del neoliberalismo, la globalización y la política. Hablamos de prácticas que resultan transgresoras, únicamente, porque su contundencia demuestra la vulnerabilidad del cuerpo humano, su mutilación y su desacralización y, con ello, hacen críticas feroces a la sociedad del hiperconsumo, al mismo que tiempo que participan de este y del engranaje capitalista ya que: Estas prácticas se han radicalizado con el advenimiento de la globalización dado que esta se funda en lógicas predatorias que, junto a la espectrali- zación y la especulación en los mercados financieros, se desarrollan y ejecutan prácticas de violencia radical. Como lo afirmó Thomas Friedman —antiguo consejero especial de la secretaria de Estado Madeleine Albright durante la administración Clinton—: